En el Poder Judicial, la designación de familiares en cargos relevantes es una práctica naturalizada y consentida. Sin embargo, a la familia judicial no la conforman sólo los parientes de los funcionarios ni tampoco los de abogados de alcurnia, los operadores y grandes estudios jurídicos. Los dos grupos que hoy disputan poder en el fuero federal porteño son una muestra de que algunas ligazones suelen ser tan poderosas que no requieren lazos de sangre.