El día 5 de septiembre de 1930 el diario Critica publicó una nota titulada “Esto se acabó”. En ella preguntaba: “¿Y qué hace que no se marcha? ¿Qué espera para renunciar? ¿Será acaso necesario realizar el acto material de echarlo: ir a su casa, prenderlo, embarcarlo en una nave cualquiera, y darle rumbo de Rosas? ¡Que renuncie!”. Hipólito Yrigoyen efectivamente renunció ese mismo día. Sin embrago, no fue suficiente. Menos de veinticuatro horas después, las Fuerzas Armadas ejecutaron el primero de un total de seis golpes de estado que marcaron los siguientes cuarenta y seis años de nuestra historia.