El objetivo de este escrito es observar la evolución de las democracias regionales en el siglo XXI. En particular, indagaremos sobre las crisis de gobernabilidad a la luz de las bruscas destituciones del Poder Ejecutivo.
Con ese fin nos detendremos en dos casos: el de Paraguay y el de Brasil para reflexionar sobre los instrumentos democráticos que se utilizaron para desplazar a presidentes que no eran del agrado de las élites. También observaremos la permeabilidad de las instituciones, del sistema político y partidario para los fines buscados por estas clases altas.
Examinaremos cómo se generan las oportunidades y los escenarios para cambiar los actores que ganaron las elecciones y que no favorecen a los sectores dominantes, reemplazándolos por otros más afines con los intereses de los sectores políticos y económicos nacionales e internacionales.
Partimos de la hipótesis de que estos cambios que si bien siguen trámites legales encubren estrategias de “Golpes Blandos” para colocar en el Poder Ejecutivo a representantes de esas minorías privilegiadas.