El Paraguay es un país pequeño, sin salida al mar, que exhibe uno de los mayores niveles de pobreza de América del Sur. La guerra con sus vecinos y la dictadura han dejado huellas en la implementación de su política exterior, en tanto la primera lo sometió “a la continuada dependencia de los países vencedores”, y la segunda, a una diplomacia defensiva sujeta al “capricho personal” del presidente.
Más allá de sus dimensiones territoriales, su condición mediterránea determina que las vinculaciones con en el mercado mundial se efectúen a través de sus vecinos, lo cual lo fuerza a utilizar una infraestructura de interconexiones sobre la que no tiene control, a la que debe sumarse las deficiencias de la propia.
La cuestión que nos planteamos se centra en analizar las posibilidades reales de Paraguay para mejorar el bienestar de su sociedad, al margen de un proceso de integración regional.
En este sentido, el objetivo de este trabajo es desentrañar el lugar que este país adjudica a la integración latinoamericana en su política exterior. Con este fin, indagaremos en el discurso de los políticos y académicos paraguayos la visión presentada sobre los procesos de integración.