Se encuentra fuera de discusión, hoy en día, el hecho de que los últimos ocho años han sido años de cambios significativos en Estados Unidos en materia de políticas interna y externa. Hoy en día los dos candidatos con mayores chances de competir por la candidatura presidencial son Hillary Clinton por parte del partido demócrata y Donald Trump en representación del partido republicano. Ambos con visiones realmente diferentes en torno a la orientación sobre lo que debe hacerse en asuntos de política interna y exterior. Sin embargo, ambos afrontan una misma disyuntiva. La misma disyuntiva que se encontró el presidente Barack Obama al momento de asumir en su segunda presidencia: ¿Debe Estados Unidos orientar su política exterior hacia el pacifico? Y si así fuera el caso ¿Qué tipo de política debería implementar en relación a los actores de dicha región?.
El objetivo de este breve trabajo es analizar los diferentes aspectos del llamado “giro al pacífico” teniendo en cuenta tres ejes: las modificaciones en los gastos militares – composición de gastos por arma-, la política exterior en relación a los países del ASEAN y Japón y, por último, la política de EUA en relación a China. Esta división de actores no es arbitraria y responde, más bien, al aumento de las tensiones entre la República Popular China y los demás países de la región. Se parte del supuesto según el cual dicho país ha venido teniendo, desde la crisis del 2008, una política exterior mucho más activa a nivel regional, lo cual ha dado lugar a tensiones con sus vecinos. Sin embargo un análisis pormenorizado de dicha cuestión escapa a los propósitos de este trabajo y nos limitaremos, solamente, a analizar los cambios de la política de Washington en la región ya que el eje de gravedad del trabajo está situado en EUA como un actor de carácter fundamental en la región del pacífico.