El síndrome de Larva migrans es adquirido accidentalmente por el hombre al ingerir formas infectantes de nematodes del género Toxocara spp. (Ascarídeos enteroparásitos de: caninos, felinos y bovinos). Toxocara canis, en perros, es el de mayor presentación y de alta frecuencia de hallazgo, siendo el suelo el principal reservorio de la enfermedad. Las manifestaciones clínicas en el hombre dependen del tejido u órgano involucrado en la migración larval y afecta a personas de distinto sexo y edad. Las enfermedades causadas por algunos helmintos ocasionan aumento de leucocitos en la sangre circulante, especialmente aquellas que presentan etapas prolongadas de migración larval tisular. En la fase invasora o migratoria de las helmintiasis, la eosinofilia es uniformemente elevada mientras exista una respuesta tisular inflamatoria mantenida. En toxocarosis la eosinofilia ha sido indicada como útil para realizar el seguimiento del curso de la infección. Sin embargo el compromiso inmunológico del paciente puede alterar la respuesta celular.