La estimación de la edad es un aspecto importante de la labor antropológica tanto en casos forenses (identificación de personas) como bioarqueológicos (reconstrucción de perfiles demográficos). De los numerosos métodos de estimación de edad, aquellos que utilizan la dentición cobran mayor relevancia en contextos donde los restos óseos se encuentran mal preservados. La mayoría de los métodos desarrollados en individuos adultos se basan en cambios morfológicos relacionados con la edad. Sin embargo existen en muchos casos limitaciones en su utilización, ya que la morfología puede verse afectada por factores externos, como también por la necesidad de preservar el elemento de la dentición.
Ante esta situación Kvaal y colaboradores (1995) desarrollaron un método de estimación de edad a partir de modificaciones en dimensiones del diente y cavidad pulpar a partir de mediciones de radiografías periapicales. Los resultados obtenidos por los autores evidenciaron una alta correlación entre las medidas obtenidas y la edad cronológica, siendo este método además, no intrusivo y/o destructivo.