El rol de los glucocorticoides en el desarrollo de la ateroesclerosis es discutido mostrando diferentes efectos en humanos y en modelos experimentales de animales. La ateroescleroisis es el resultado de una respuesta inflamatoria crónica frente a un endotelio injuriado, donde una entrada descontrolada de LDL-Ox (lipoproteínas de baja densidad oxidadas) en macrófagos desencadena su transformación en células espumosas (foams cells), el mayor componente de las estrías grasas en la placa arterosclerótica. Existe poca evidencia del efecto directo de los glucocorticoides sobre los macrófagos espumosos.