Con los datos del Censo de 1991 se estimó la fecundidad, mediante métodos directos, con la información sobre niños nacidos vivos en el último año de mujeres en edad fértil. La mortalidad fue estimada indirectamente, con la información de hijos nacidos vivos y sobrevivientes de aquellas mujeres. Estos indicadores fueron calculados para subdivisiones tipificadas en trabajos previos de acuerdo a un Índice de Desarrollo Socio-Demográfico en niveles Bajo, Medio-Bajo, Medio, Medio Alto y Alto. Los resultados indican que los niveles de mayor desarrollo socio demográfico, en particular el nivel Medio Alto, tienen menor fecundidad, mientras que la mayor coincide con un menor nivel de desarrollo. Respecto a la mortalidad, son los niveles de menor desarrollo los que poseen las más altas probabilidades de muerte, mayor mortalidad infantil y menor esperanza de vida. Por el contrario, la menor mortalidad es característica del nivel Medio Alto. Se concluye que el que ha seguido la más fuerte tendencia de disminución de fecundidad y mortalidad es el Medio Alto, que reúne los departamentos que tienen mayor desarrollo en agricultura, ganadería y turismo, y menor concentración urbana que la ciudad capital (nivel Alto). Por otra parte, con los mayores indicadores aparecen los niveles Medio Bajo y Bajo, con economía en retroceso y escaso acceso a centros sanitarios de media y alta complejidad.