No es difícil extraer del párrafo citado las ideas de Lacan –cercanas a las de Freud– acerca de la Virilidad del siglo XX, el Edipo es el operador estructural que ubica los lugares para hombres y mujeres por la asunción del tipo viril o femenino, vía las identificaciones que aporta el Otro, y gracias a la referencia al Ideal del yo que es en donde se completa el armado de la subjetividad. El nudo Edipo-Castración con su elemento identificatorio y el Ideal tomados de Freud le sirven a Lacan para pensar la posición sexuada de los seres hablantes, en referencia al falo y no a la genitalidad.
Ahora bien, la época ha cambiado, y con ello la experiencia analítica, la declinación del Nombre del padre nos muestra sus consecuencias en el siglo XXI. Jacques-Alain Miller junto a Eric Laurent en el curso El Otro que no existe y sus comités de Ética (2005) se abocaron durante un año a explorar algunos de esos cambios, recorriendo la incidencia de la época en los nuevos síntomas y haciendo eje en la problemática del Nombre del Padre y su relación con la identificación y el Ideal del yo. Podría resumirlo así, la declinación del padre impacta directamente en la potencia estructurante de la identificación y resta fuerza al Ideal.
(Párrafo extraído del texto a modo de resumen)