El pasaje de una época a la otra no solo nos revela la transformación de la función del Superyó –pensado en principio como instancia prohibitiva y que hoy muestra toda su ferocidad bajo el imperativo de goce– sino que nos obliga a repensar nuestra práctica a la luz de las nuevas presentaciones sintomáticas.
Partiremos entonces de la constatación que nos revela que la sociedad conformada entre la ciencia y el discurso capitalista encuentra su materialidad técnica en los objetos gadgets que son ofrecidos a una modalidad que Lacan denominó, sostenido en la teoría de Marx, como plus de gozar, y que alimenta un mandato insaciable, imposible de satisfacer.
(Párrafo extraído del texto a modo de resumen)