La fascinación por los métodos cuantitativos desatada en la disciplina histórica en los años setentas, acabó rápidamente. A pesar de esto, a veces no hay nada mejor que los números para ilustrar una tendencia –en este caso, una tendencia historiográfica-. Buscando la palabra “transnacional” en los programas de los tres últimos congresos de la American Historical Association, encontré, en el año 2010, ciento veinte resultados; en 2011, ciento treinta y cinco; al año siguiente, ciento sesenta y tres. Haciendo lo mismo con el último congreso de LASA (Latin American Studies Association), en mayo de 2012, descubrí que solamente el primer día del congreso, hubo cuarenta y una mesas y comunicaciones con la palabra transnational/transnacional en sus títulos. El mismo día del congreso, en 2010, sobre el mismo número de mesas, había apenas DIEZ con transnational o transnacional en sus títulos.