El éxito del IoT (Internet of Things) radica en contar con una infraestructura que provea ubicuidad, fiabilidad, eficiencia, escalabilidad y capacidad de almacenamiento y cómputo. Con el objetivo de lograr esto es que se considera que el cloud puede ofrecer una infraestructura que permita soportar las grandes cantidades de datos generados por los dispositivos de IoT y la capacidad de cómputo necesaria para procesar esos datos de manera dinámica y global. De esta manera los usuarios no deberán preocuparse por la escasez de recursos locales, sino centrarse en aprovechar la potencialidades de la aplicación. El presente trabajo tiene por objetivo identificar algunos de los aspectos a tener en cuenta en la integración del IoT, el cloud y el big data, así como las características de esta convergencia.