La formación de H.I.J.O.S. puede ser vista como el resultado de la acumulación de capacidades previas del movimiento de derechos humanos, pero también de desarrollos que no necesariamente se inscribieron en su seno.
Históricamente, las capacidades necesarias para las formaciones futuras se desarrollan mediante ciertas formas de organización previas con objetivos profundamente diferentes de los de la configuración posterior (Sassen, 2010: 68). Es de destacar entonces cómo en la construcción de H.I.J.O.S.
confluyeron no sólo personas que sintieron por primera vez el deber moral de “estar ahí”, sino muchas más que habían pasado por anteriores formas de movilización y que –en una época de triunfo neoliberal y descrédito de los partidos políticos– pensaban que la política “estaba en otra parte”.
(Párrafo extraído del texto a modo de resumen)