México fue uno de los principales países receptores de exiliados políticos argentinos que escapaban de la violencia desplegada por el terrorismo de estado en Argentina durante el tercer peronismo y con la instauración de la dictadura cívico-militar (1976-1983). Muchos de los argentinos exiliados se trasladaron con sus hijos pequeños o formaron familia en México.
Algunos de estos hijos, como Magdalena Jitrik, comenzaron a organizarse políticamente desde una edad muy temprana y a desarrollar formas de activismo artístico.
Reflexionaremos, a partir del análisis de la Juventud Argentina en el Exilio y las/os Hijas e hijos del exilio, sobre el desarrollo del activismo artístico en prácticas ligadas a los Organismos de Derechos Humanos y al contexto de lucha social generalizada en Argentina (2000-2002).