Conocemos a Mónica a la edad de trece años durante la dictadura militar de los años setenta en la Argentina. Es ella quien, como si los lectores fuésemos su diario íntimo, nos cuenta que muere su abuelo. Este hecho despierta en ella una sensibilidad extraordinaria, ¿una bendición o una cruz?, se pregunta. Crece batallando con sus sueños y visiones, mientras que en el país los hechos que los inducen no acaban.
Miguel, Daniel, Gerardo y Jorge los hombres en su destino. La vidad y la muerte, entre ellas se planta firme Juana, abuela de Mónica, quien comparte con su nieta algo más que el lazo de sangre y cariño que suele envolver a los abuelos y sus nietos.
Acompañados a Mónica en la búsquedad de sí misma y de su aceptación personal, con esa particularidad excepcional, pero también con lo simple de su carácter, sus conflictos e inseguridades.