Son ya un poco más de dieciséis años de aquel llamamiento publicado en el diario La Jornada de la Ciudad de México con la intención de reunir a todos los hijos de desaparecidos, exiliados y presos políticos en México a participar en un primer encuentro de Hijos por la Identidad la Justicia contra el Olvido y el Silencio. Aunque el llamado fue abierto para todos aquellos jóvenes que se interesaran e identificaran en la formación de la organización del grupo, la concurrencia fue de aproximadamente 50 asistentes, de entre los cuales había hijos de exiliados de diferentes partes de Latinoamérica. La idea surge de contacto que se dio en México entre hijos de desaparecidos mexicanos con una integrante de H.I.J.O.S. Córdoba (Burkert, 2012). Se puede tomar este momento como fundacional en la organización mexicana, pero para tener una perspectiva más amplia resulta necesario ahondar en el contexto décadas atrás.