Cloud Computing es un modelo de tecnología basado en una combinación de recursos de hardware y software que, disponibles bajo la modalidad de servicio, pueden ser utilizados por individuos y organizaciones.
Esta tecnología posibilita que los recursos puedan ser utilizados en todo momento, desde cualquier lugar en el que se encuentre el usuario, por medio de diferentes tipos de dispositivos (PC, notebook, netbook, tablets, smartphones), gracias a su capacidad de procesamiento y conexión a través de Internet.
Los primeros en adoptar esta tecnología fueron los individuos, y lentamente se han ido incorporando las organizaciones, que si bien identifican las ventajas de este modelo, se plantean dudas e inquietudes respecto de aspectos vinculados a la seguridad física y lógica de sus datos, y de las normativas legales que regulan la ubicación física de los mismos.
Las entidades financieras, no escapan a este análisis, dado que como toda organización busca optimizar el uso de la tecnología informática y los niveles de inversión y gastos aplicados, pero deben afrontar los retos que en materia de seguridad y marco regulatorio les presenta esta tecnología.