El Cubo de Rubik fue inventado en 1974 por el profesor húngaro Erno Rubik. El propósito fue explicar a sus alumnos el concepto de volumen y espacio. Luego, este juego de ingenio se hizo tan famoso que fue lanzado comercialmente.
El objetivo es restaurar el cubo a su condición original. Se debe rotar cada uno de sus lados para ir llevando cada pieza a su correcta ubicación, logrando, en cada cara, un único color. Con la Investigación Operativa y la Simulación, se planteó un modelo matemático para resolver un cubo 3x3x3 desarmado a partir de una mezcla y algoritmos de resolución (Pensados como restricciones).
Se resalta la relevancia de la Investigación Operativa para la toma de decisiones, especialmente para la optimización. El método Simplex permitió obtener los resultados del problema basados en la programación lineal. Después de investigar y probar el modelo variando las restricciones y la disponibilidad mínima de cada cara y/o de los algoritmos del método Fridrich para la resolución del Cubo de Rubik, se concluyo que, bajo las condiciones del sistema planteado, la solución óptima es exactamente la inversa de la mezcla propuesta, sin reducir a cero la cantidad de giros de una o más caras.