Un pasado para La Plata propone realizar un análisis crítico de las representaciones sobre la historia de esta ciudad producidas en la coyuntura de su centenario (1982), aportando al conocimiento de las políticas de memoria de los actores cívico-militares que condujeron el Estado en esa época y también de las expresiones de oposición o resistencia.
El foco está puesto en la producción editorial. En fechas próximas al gran aniversario se editaron más de 6000 páginas sobre la historia platense, si contamos sólo un ejemplar por cada uno de los 54 libros, cuadernos o revistas especiales que forman el objeto de estudio de la tesis. Son varios millones de páginas si multiplicamos por la tirada de ejemplares de cada edición.
Frecuentemente, los pasados locales han desestimados como objeto de estudio por los historiadores profesionales. Es raro encontrar investigaciones rigurosas sobre la historia de las ciudades. Pareciera tratarse “género menor” que la academia delega en literatos y aficionados. Por ese motivo hemos entendido la idea de producción historiográfica con una amplitud semejante a la que plantea Roberto Pittaluga en su trabajo sobre las narraciones de la militancia setentista en Argentina: “se considera el carácter historiográfico de un texto en tanto remite a una escritura formalmente no ficcional que pretende encontrar, otorgar y/o construir sentido sobre el pasado, suspendiendo las dimensiones epistemológicas inherentes a las formas de realizar dicha práctica [B] Así, se contemplan diferentes modos de construcción narrativa incluyendo por igual a aquellas escrituras académicas como a las producidas fuera de ese campo” (Pittaluga, en Franco y Levín, 2007: 125-126). Por otra parte, el interés de la tesis reseñada no está sólo en los textos, sino también en los libros; es decir, en el proceso editorial que convierte la obra “inmaterial” del autor en un objeto en circulación.