En el artículo anterior introdujimos el concepto de ciencia ciudadana y, de alguna manera, dimos cuenta del potencial de esta forma de hacer ciencia. Un proyecto de ciencia ciudadana puede surgir de la necesidad de un grupo de científicos, que define tareas a ser resueltas por voluntarios y las delega. También puede originarse en la iniciativa autogestionada de los voluntarios. En este artículo, presentamos la tipología de Wiggins y Crowston de proyectos de ciencia ciudadana, que hace foco en la forma de participación de los ciudadanos. De acuerdo a dicha topología, los proyectos de ciencia ciudadana pueden ser de Acción, Conservación, Recolección (Investigación), Virtuales o de Docencia.