La relación entre arte y educación en la sociedad de la información, es un territorio poco explorado si se considera en este binomio, la inclusión del fenómeno artístico emergente del estado del bienestar y su crisis, visto reflexivamente. En el presente artículo me propongo conectar la interpretación del arte contemporáneo como un evento práctico y abierto, pero también como portador de un sentido de agotamiento que en cierta forma hunde sus raíces en una deficiente o nula valoración del hecho estético. Al mismo tiempo intento brindar al lector, algunos elementos clave para una síntesis pedagógica y crítica del arte actual.