Esta propuesta parte de un entendimiento de la música como modo de conocimiento y más específicamente apuntamos al logo de competencias compositivas.
La composición debe comenzar con la invención de ideas, las cuales provienen de cualquier fuente que estimule la imaginación. Una idea musical puede ser nada más elaborado que una figura muy corta o simplemente un timbre determinado, una idea musical será “buena” en la medida en que el individuo que la utilice pueda estructurar un discurso en base a ella, es decir, en la medida en que sea germinal de una obra.
Para este propósito utilizaremos diversas estrategias compositivas, que no garantizan el éxito, pero permiten someter a prueba a las distintas alternativas para arribar finalmente al producto como proceso de verificación.