El riesgo es una construcción social. El manejo inadecuado del ambiente se evidencia en múltiples aspectos, tales como la salud de la población, su calidad de vida, los costos económicos para el mantenimiento de la cantidad y la calidad del agua para consumo y para la producción, en los costos sanitarios, económicos y sociales de la población involucrada y del Estado para hacer frente a las consecuencias de las emergencias hídricas.
La falta de previsión demostrada en las inundaciones catastróficas ocurridas en el Gran La Plata aumenta el riesgo hídrico de manera exponencial. Existen pruebas de que la ocurrencia de inundaciones es un evento recurrente. Sin embargo, es tratado en cada oportunidad como si fuera la primera vez; con consecuencias que son muy difíciles de dimensionar.
La urbanización del aglomerado platense ha avanzado en las últimas décadas de manera más intensa y con mayor velocidad, tanto en su extensión superficial incorporando nuevos espacios de la periferia, como en altura, densificando las zonas urbanas centrales. Tal crecimiento urbano no ha sido acompañado por una planificación urbana pertinente, que contemple la geomorfología y respete el sistema natural de drenaje del agua.
Si bien en el 2002 y 2008 se habían registrado inundaciones por escorrentía de superficie, los factores antes mencionados tuvieron su máxima expresión en las consecuencias de la inundación del 2 de abril del año 2013. Para analizar las mismas, no sólo deben considerarse la magnitud del evento -392 mm. registrados entre las 0 y las 24 hs. en la estación meteorológica del Observatorio de La Plata (Liscia et al., 2013)- , sino también la obsolescencia del sistema de desagüe de las principales cuencas de drenaje, la falta de puesta en funcionamiento de un plan de desarrollo urbano, y la ausencia de un plan de contingencia para emergencias hídricas.
Estas últimas inundaciones afectaron, según un informe proveniente del CEDLAS -Facultad de Ciencias Económicas de la UNLP- (Mayo, 2013), 80 mil hogares, de los cuales el 80% tuvieron agua en sus viviendas, representando el 34,7% de los hogares platenses. Este informe detalla que el 72,8 % no se había inundado nunca.
Con el objetivo de evaluar el riesgo ante eventos de inundación en el partido de La Plata (ver Mapa 1), se trabajó desde el marco de la Teoría Social del Riesgo, cuyos componentes básicos son Peligrosidad, Exposición, Vulnerabilidad e Incertidumbre (Natenzon, 1995).
El presente trabajo analiza los tres primeros componentes del riesgo, dejando para otra instancia el análisis de la incertidumbre, que incluye la actualización del estado de los proyectos -nacionales, provinciales y municipales- referidos al manejo de las inundaciones; y de las normas en materia de uso y ocupación del suelo; a fin de construir un plan de contingencia para el Gran La Plata.