Al tener presentes estas tan distintas posturas en torno a un mismo hecho, y bajo la premisa de tratar de comprender qué influencias escondían las miradas de los hombres de aquel entonces, intentaremos indagar, en torno a algunos de los documentos de nuestro derecho patrio generados entre mayo de 1810 y julio de 1816, si de esos instrumentos se desprenden influencias filosóficas e ideológicas que resultaron relevantes en su época. En este sentido, expondremos nuestra concepción de liberalismo y conservadurismo, para acordar los lineamientos del camino que pretendemos transitar.
El liberalismo integra una filosofía que defiende la libertad individual, la iniciativa privada y pretende limitar la intervención del Estado y de los poderes públicos tanto en la vida social, como cultural y económica. También pregona la libertad y la tolerancia en las relaciones humanas y en el libre albedrío. Fomenta las libertades civiles y económicas, se opone al absolutismo, al despotismo ilustrado y al conservadurismo. Constituye los cimientos sobre los que se alza el Estado de derecho, así como también la democracia y la división de poderes (2).
En cambio, el conservadurismo se manifiesta como un conjunto de corrientes, opiniones y posiciones que favorecen tradiciones, que son adversos a los cambios políticos, sociales o económicos radicales. En lo social, los conservadores defienden valores familiares y religiosos. En lo económico, son proteccionistas, contrarios al libre comercio.
América Latina carecía de una ideología o de una tradición monárquica del orden social existente. Ello se tradujo en que, al momento de iniciarse las luchas por la independencia, cada núcleo de poder intentó preservarse lo más indemne posible. La Iglesia Católica, probablemente, sea la institución que con más éxito consolidó su rol, sobre todo desde la construcción y mantenimiento de la tradición y las costumbres coloniales. La influencia de la institución eclesiástica en los destinos del Río de La Plata resulta inescindible de las prácticas políticas en que redundará nuestra independencia.
Estas son las ideas en pugna en aquellos días. Y los escritos, las cartas y los documentos de aquellos sucesos están impregnados de estas ideas. Trataremos de remarcar de cuáles mayoritariamente. Para hacer este recorrido más llevadero lo dividiremos en cuatro etapas.
(Párrafo extraído del texto a modo de resumen)