El centenario del nacimiento de George Bernard Dantzig es una buena oportunidad para rememorar su principal contribución, la programación lineal, a las actividades agropecuarias. Su influencia ha sido notable en muchos aspectos, muy superior a la que el propio Dantzig se imaginó en vida. “El tremendo poder del método simplex es una constante sorpresa para mí”, escribió cuando prácticamente se había retirado de su vida activa (Dantzig & Thapa 1997).