En la Argentina cepas uropatogénicas de Escherichia coli causan del 75% al 90% de los episodios de infecciones urinarias, prevaleciendo en la infección urinaria neonatal, pediátrica, en la cistitis no complicada o recurrente de la mujer fértil, así como en la pielonefritis. La habilidad de las bacterias para invadir y colonizar tejidos está determinada por un conjunto de factores, entre los que se incluyen a la toxina alfa hemolisina (HlyA).