En 1987 ingresé a una contratista de la Destilería La Plata de YPF, emplazada entre Ensenada y Berisso. YPF era por entonces la empresa estatal de energía más importante de la economía argentina, y símbolo de la lucha obrera regional en los años sesenta. Contaba con más de siete mil trabajadores y trabajadoras. Entré a la destilería con el plan de pasar de ser operario en una empresa de mantenimiento a obrero ypefiano. Simultáneamente inicié mis estudios universitarios en la carrera de historia, para poder reemprender el trabajo con la teoría marxista y el materialismo histórico. La historia demostraba que la lucha obrera permitiría retomar frente al alfonsinismo que gobernaba desde 1983- el camino extraviado por el movimiento popular y hacer avanzar a la clase trabajadora gracias a la unidad con el peronismo (en su versión de los ochenta).