"Viaje de ida" retrata la práctica de un deporte extremo que consiste en descender pendientes asfaltadas sobre una tabla con ruedas. Esta actividad propone, además, la vinculación con la naturaleza, el viaje y el movimiento. De forma documental poético y experimental, este construye una recopilación de recuerdos, una sucesión de imágenes, un recorrido sin fin, una búsqueda personal, priorizando la construcción de climas desde la imagen y el sonido.