Helen Zout comenzó a estudiar fotografía cuando estaba escondida clandestinamente durante la última dictadura militar argentina. Tenía 19 años y estaba embarazada, y los militares la habían ido a buscar, pero pudo escapar. Esa situación la dejó literalmente muda durante tres días, el silencio fue su compañero durante un tiempo más. La fotografía fue un lenguaje que encontró para relatar su historia y pensar su memoria. Su trabajo Desapariciones retrata y registra objetos, lugares y sobrevivientes. Recientemente el retrato a Julio López (tomado en el año 2000) fue premiado por el Salón Nacional de Artes Visuales, con sede en el Palais de Glace; con el Gran Premio Adquisición.