Desde la creación de las revistas científicas hace 350 años las editoriales privadas con fines de lucro han incrementado su influencia en el sistema científico. La proporción de la producción científica publicada en revistas de estas editoriales ha aumentado de manera constante en los últimos 40 años, y más aún desde el advenimiento de la era digital. Este avance del mercado editorial no sólo representa un negocio con altos márgenes de ganancia, sino que también ubica a las grandes editoriales como actores preponderantes en la definición de políticas del sistema científico.
Un grupo de investigadores de las Universidades de Quebec y Montreal de Canadá ha elaborado recientemente un trabajo que analiza esta problemática. El estudio ha sido publicado en la revista de acceso libre Plos one y difundido por webs especializadas como Sciencealert.com. Sobre la base de 45 millones de papers indexados en la Web of Science y publicados durante el periodo 1973 - 2013, los autores muestran que en las ciencias naturales y médicas y las ciencias sociales y humanidades, las seis mayores editoriales de trabajos de investigación del mundo, American Chemical Society (ACS), Reed-Elsevier, Springer, Wiley-Blackwell, Taylor & Francis, y Sage, han tomado el control de las publicaciones mundiales de artículos académicos desde la década de 1970. De las seis mencionadas salvo ACS que pertenece a una asociación científica sin fines de lucro, el resto son empresas privadas. En 1973, las seis editoriales mencionadas controlaban apenas el 20% de las publicaciones. En 1996, con el advenimiento de la era digital, alcanzaron el 30% y continuaron incrementando su participación al punto tal que desde 2013 absorben más del 50% de todas las publicaciones científicas.