El proyecto consiste en concientizar sobre la importancia de los bosques. Las áreas forestales, sirven de reguladores del suelo, previniendo inundaciones y sequias.
La deforestación de grandes territorios produce la misma cantidad de gases de efecto invernadero que produce la quema de combustibles fósiles como el petróleo y el carbón.
Los árboles, como todas las plantas, absorben dióxido de carbono, con lo que contribuyen a la lucha contra el cambio climático. Sin embargo, cuando éstos son quemados o talados liberan CO2 a la atmósfera, lo cual termina aportando al calentamiento global.
La destrucción de bosques nativos en Argentina para la ampliación de la superficie agrícola (soja transgénica) es uno de los ejemplos más cercanos.