La batalla de las ideas políticas hoy asume carácter global. En realidad siempre fue así. Pero en nuestra Argentina se encontraba muchas veces disfrazada o enmascarada con los sellos de nuestros partidos políticos o nuestra idiosincrasia. También es cierto que hasta la caída del muro de Berlín en 1989 y el derrumbe total del socialismo real, un par de años después, existían dos visiones del mundo contrapuestas y las posturas se podían tomar en forma clara a favor de una u otra visión o, más aún todavía, asumir la célebre “tercera posición” del justicialismo.