En este trabajo se analiza la experiencia dentro de una instalación, donde se ponen en juego los sentidos de la persona y permite distintos tipos de estímulos que sobrepasan los meramente visuales, por esta razón se consideran experiencias inmersivas con el entorno. A su vez se busca encontrar como este espacio se puede modificar por medio de distintos tipos de estímulos, principalmente los auditivos, ya que nos permiten reconocer el objeto, desde donde se originan los sonidos, el lugar y la forma que se comporta el mismo, así como también algunas cualidades del espacio, como pueden ser, el tamaño y la materialidad del lugar.
Mediante un estudio de las fuentes sonoras y su impacto sobre el oyente, se determinó que una instalación sonora puede, por medio de distintas fuentes trabajadas dentro de una especialización, estimular los sentidos de las personas permitiendo la inmersión. Esta inmersión se produce no solo por el hecho que la persona se conecta con el espacio físico real en el cual se encuentra, sino que, al trabajarlo solamente desde el plano sonoro, le permite recrear mentalmente ese mismo espacio de forma virtual.