En América Latina se consolidaron, hacia fines del último cuarto del siglo XX y XXI, diversos procesos de liberalización de la economía. Este período conocido como “neoliberalismo” ha dejado un saldo negativo en muchos aspectos. Una de las problemáticas causadas tiene que ver con el trabajo: disminución del empleo, precariedad laboral, subocupación, entre otros. Uno de los efectos ante el cierre de empresas y disminución de empleos fue el surgimiento de nuevas formas de organización de los trabajadores/as: cooperativas autogestionarias y asociativismo. Argentina no es un caso ajeno. A partir del 2002 se crearon muchas entidades afines a la economía social y solidaria, el trabajo autogestivo y el asociativismo. La mayoría de estas iniciativas son de personas excluidas de la propiedad de los medios de producción y distribución.