Sancionada la ley de enfiteusis por parte de Bernardino Rivadavia se otorgaban lotes de hasta 1.333 hectáreas. La ley otorgaba el derecho de posesión por veinte años, diez años abonando al Estado un canon y tenía por objetivo impedir la venta de grandes extensiones a capitales extranjeros y acaparamiento por los acaudalados nativos, incorporando en cambio a la producción agraria a miles de familias de colonos. Pero la ley de enfiteusis fue burlada, pues fueron muchos los que se acomodaron para apropiarse de grandes extensiones de las mejores tierras. Luego Juan Manuel de Rosas estimuló la formación de grandes estancias, como estanciero que era. Más, hizo distribución de tierras entre militares y otros adeptos. Durante la presidencia de Sarmiento se vendieron grandes extensiones de tierras a compañías inglesas, sin duda con el objeto de obtener recursos para el presupuesto de la nación.
El fin del siglo XIX y la aurora del siglo XX, recibido como el anuncio de nuevos y amplios horizontes para el pensamiento, la ciencia y la técnica, movilizo grandes contingentes humanos de las naciones de la vieja Europa; La incursión masiva del europeo de nuestra tierra fue un anhelo de algunos gobernantes y complemento de la campaña del desierto, la que facilito la distribución de grandes extensiones usurpadas a sus poblador natural, el aborigen…