Habitar una escuela supone compartir con otros, intervenir en situaciones de aprendizaje con estudiantes y colegas que nos potencian, que nos abren posibilidades.
Este proyecto tiene como finalidad recuperar algunas de esas experiencias que sigilosamente van hilvanándose día a día en las aulas del Liceo, porque de acuerdo con el proyecto institucional actual, “estamos convencidos de que la homogeneización no produce igualdad sino al contrario; encorseta, fuerza, oculta, invisibiliza singularidades y finalmente, excluye”. (Erbetta, 2014).
Es así que, Hilvanando Experiencias se propone visibilizar, poner a disposición y valorar la tarea cotidiana que desplegamos los docentes teniendo en cuenta dos cuestiones centrales: la responsabilidad que nos cabe como garantes de los derechos educativos de nuestros estudiantes y la importancia de reconocer, a tal fin, la diversidad de culturas sociales y familiares, la diversidad de trayectorias escolares, la diversidad de estilos y de tiempos de aprendizaje.
Esto es, en definitiva, considerar la singularidad de cada estudiante, lo cual asume el desafío de (re)pensar la diversidad inherente a los grupos que habitan y habitaron las aulas como condición para el desarrollo de prácticas de enseñanza justas y equitativas. Este recorrido nos convoca a trabajar con la heterogeneidad, a diversificar propuestas de enseñanza y a hacer más inclusivas nuestras prácticas docentes, sin renunciar con ello a los aprendizajes que conforman una base común de saberes a los que todos tienen derecho.