Eduardo Kac considera el arte electrónico como la nueva estética capaz de generar dialogo entre usuario y la obra. La estructura de esta ultima queda abierta con el propósito de ser intervenida por el usuario a través de la interacción y conformar así un dialogo que concrete lo propuesto por el arista. Es necesario para esto hacer una pequeña diferenciación entre el arte dialógico y al arte interactivo. El primero produce una retroalimentación en la cual el usuario dialoga con la obra a diferencia del segundo que solo responde a la acción del sujeto sin dar posibilidad a nuevas variantes.
Una instalación inmersiva es un sistema de computación que mezcla el mundo real con el virtual. Éste experimenta con la percepción del usuario generando en el diversas sensaciones como el estar sumergido y poder controlar los objetos que se encuentran dentro de la obra. Este último es quien percibe y descifra el mensaje, modificando la obra en base a sus conocimientos y vivencias. Esto conlleva un trabajo fino del artista entre las partes y su totalidad. Cuando este dialogo conecta en demasía se puede obtener resultados inesperados, más interesante de lo que el artista imaginaba.