¿Qué significa para los argentinos saberse capaces de desarrollar una industria nacional de calidad? ¿Qué influencia tiene en el humor social sentirnos capaces de ser una nación inteligente, productiva y con perspectivas de una vida más justa? ¿Qué otros mensajes portan los productos diseñados y producidos por nosotros respecto de nuestra forma de vida; de nuestros gustos, capacidades y costumbres; de nuestra manera de estar en el mundo? ¿Qué nos pasa con los productos atractivos fabricados en otro país y que no se ajustan a nuestra forma de vivir o de hacer? ¿Cómo queremos vivir?, ¿con la frente alta o viviendo de prestado?, ¿con tranquilidad o con la espada de Damocles sostenida por el FMI pendiendo sobre nuestras vidas y las de nuestros hijos y de sus hijos? Estos interrogantes nos atraviesan a todos, diseñadores, consumidores, usuarios, todos.
(Párrafo extraído del texto a modo de resumen)