El presente trabajo pretende realizar un análisis de la implementación del Programa “Ellas Hacen” en la ciudad de La Plata desde la perspectiva de sus destinatarias; y abordando dicho análisis desde una perspectiva de género. Cabe destacar que hemos participado como docentes de diferentes comisiones del Plan de Finalización de Estudios (FinEs 2) del Programa "Ellas Hacen”, y a partir de dicha experiencia hemos podido relevar la opinión de las destinatarias. Partimos de considerar que en los últimos años se dio una serie de reformas legislativas, planes, programas, proyectos y plataformas de acción en torno a garantizar los derechos de las mujeres, y la igualdad entre mujeres y varones. Sin embargo este reconocimiento de la igualdad entre los sexos fue quedando anclado a garantías de igualdad formal con escasos avances en materia de igualdad material o real.
Según Pautassi (2011:280) “Estos límites se hacen visibles debido a la falta de acceso efectivo de las mujeres al ejercicio pleno de los derechos de ciudadanía que se constatan a partir de evidencia empírica irrefutable, que da cuenta de diversas exclusiones -en el empleo, en la participación política, en la división sexual del trabajo, en el ejercicio de derechos reproductivos, en la educación, en la persistencia de la violencia doméstica-; y por las demandas para que se logre la pretendida universalidad desde un enfoque de género, es decir, a partir de deconstruir el concepto identificando la presencia de una estructura de poder asimétrica que otorga distintos valores, lugares, capacidades a mujeres y varones, de modo que la promoción de la igualdad no implique únicamente una equiparación de derechos y oportunidades entre ambos sexos sino que la misma se integre dentro de un proceso de revisión de las estructuras de poder que han provocado situaciones de asimetría y de desigualdad entre ambos sexos”.
En este sentido, es de suma preocupación que en muchas ocasiones, lejos de incentivar la igualdad de condiciones de la participación femenina en el mercado de trabajo remunerado para mejorar las condiciones de vida de sus hogares, las políticas sociales refuerzan el papel de las mujeres como cuidadoras principales, directas y exclusivas de los miembros de la familia. Las políticas de transferencia condicionada si bien abonan a una mejor calidad de vida, en términos económicos, tienen la característica de reforzar los estereotipos de género.
En el caso del Programa Ellas Hacen, si bien aparecen algunos elementos que reforzarían algunos ideales, ha generado ciertas rupturas con dichos estereotipos, las cuales intentaremos desarrollar en el presente trabajo.
En términos generales, las expectativas que tenían las mujeres al incorporarse al programa, suelen estar asociadas en primer lugar a la transferencia monetaria que éste incluía; principalmente ligadas a reconstruir sus viviendas luego de la inundación, en el caso de poseer una; o a la posibilidad de acceder a una vivienda a través del programa. Luego se incluyen las expectativas de finalizar los estudios secundarios y de capacitarse, que han sido en muchos casos la motivación principal para permanecer en el programa, y la posibilidad de habitar otros espacios y formas de participación.