En la actualidad existen diversos frameworks para el desarrollo de aplicaciones móviles 3D, con un denominador común en todos ellos: la performance es un aspecto crítico incluso más decisivo que en los equipos de escritorio, los cuales en general cuentan con mayor capacidad de cómputo. Las herramientas de análisis de rendimiento o profiling con las que cuentan estos frameworks pueden ayudar en cierta medida a determinar la posible existencia de cuellos de botella en la ejecución de aplicaciones. Sin embargo, este tipo de herramientas tiene ciertas limitaciones tales como abarcar solo un espectro de las posibles causas del problema o acotar el análisis a ciertos escenarios en particular. El presente artículo propone una evaluación y medición de la incidencia de las principales características en la performance de las aplicaciones móviles 3D.