En diversos ámbitos la conexión a internet no está disponible o la misma no es lo suficientemente estable como para poder ser utilizada en forma constante por un conjunto de personas. Para estos casos donde el uso de servicios web puede ser beneficioso, es necesario contar con un servidor que no dependa de la conexión a internet, es decir un servidor de contenidos portátil.
La Raspberry Pi es una minicomputadora portátil de bajo costo y con el poder de cómputo suficiente como para ejercer este rol. Este trabajo se enfoca en cómo utilizar la Raspberry Pi no sólo como servidor de contenidos portátil sino también como punto de acceso. Haciendo que este servidor portátil no requiera de infraestructura de red adicional, permitiendo a los usuarios finales acceder desde diversos dispositivos. Los diversos usos de este enfoque serán analizados en el presente trabajo.