En el presente período de la historia del mundo, la mezcla de cientos de especies biológicas, de diferentes partes de la Tierra, están produciendo terribles dislocaciones ecológicas y profundos cambios en el equilibrio de las poblaciones naturales de plantas y animales. La introducción deliberada o accidental de una especie por parte del hombre en un área nueva, puede producir una explosión ecológica, es decir un incremento excesivo en el número de individuos de su población. La explosión ecológica es una fuerza que se libera y queda fuera de control natural; en cambio, cuando la especie permanecía en su área de origen, esa fuerza estaba contenida y controlada por otras fuerzas naturales. Las explosiones ecológicas no hacen ruido y llevan más tiempo en producirse, se desarrollan lentamente y también pueden desaparecer en la misma forma, pero suelen dejar efectos impresionantes en la naturaleza y perjudicar enormemente al hombre. Puede ser un virus infeccioso, o una bacteria como la de la peste bubónica, o un hongo que ataque ciertos cultivos agrícolas, o un insecto como el mosquito del paludismo, o un animal superior que se transforme en plaga.