Los términos tierra o territorio comprenden las facetas espirituales del vínculo con los Pueblos Originarios, y es lo que cubre la totalidad del hábitat de las regiones que ocupan o utilizan dichos pueblos. Es importante destacar que el alcance de los términos tierra o territorio, exceden la órbita estrictamente patrimonial, ya que permite preservar la identidad cultural y el hábitat.
La posesión de la tierra permite preservar la identidad cultural, el lenguaje, los valores, el estilo de vida y el derecho de los pueblos originarios. De allí se desprende la importancia que tiene la tierra y el derecho a ésta, para que perdure la cultura aborigen.
La sociedad argentina debe responsabilizarse de la histórica deuda que tiene con los pueblos originarios, cuya cultura ancestral ha negado una y otra vez, transformándolos en víctimas, quitándoles territorios, arrancándoles costumbres, obligándolos a alinearse con las políticas estatales temporales e intereses económicos más fuertes, resistiendo como pudieron a todo tipo de maltratos, sometimientos, despojos y abusos, desconociéndoles sus derechos tanto humanos como colectivos.
No es en vano mencionar una frase que resuena constantemente y dice que “la Argentina aún hoy sigue negando a los hijos de la tierra”. Históricamente las comunidades indígenas en nuestro país y en Latinoamérica, se encuentran reclamando el reconocimiento efectivo de sus derechos y de sus tierras.