El coworking es un estilo de trabajo en el que profesionales y emprendedores se fusionan en un espacio colaborativo caracterizado por la comunicación activa, actitud colaborativa y desarrollo de comunidad. Este tipo de espacios ofrecen facilidades para el usuario que permiten que realicen sus actividades de forma profesionalizada, manteniendo la concentración en el desarrollo de las mismas. El coworker tiene varios beneficios, de los más importantes el pertenecer a un entorno colaborativo y de conocimiento, reducción de costos operativos y crear un balance entre la vida profesional y personal.
Hasta junio del 2017, se relevaron 38 espacios en la ciudad de Buenos Aires y 27 en la ciudad de Quito, que desde el momento de su creación hasta el cierre de la investigación han presentando un gran crecimiento y evolución, como reflejan las infografías.
El rango etario de usuarios comprende de 20 a 35 años, que corresponden a la era de Millenials y sus características conductuales propias; las profesiones recurrentes en estos espacios son las tecnologías y derivados de la creatividad.