La propuesta de intervención del Centro Cultural parte de entender el valor simbólico y funcional del edificio a intervenir (construido en 1912 y demolido parcialmente en 1979) ubicado en un lugar singular de la estructura física de la ciudad, su centro cívico, al cual la intervención.
Se partió de la idea que el ¨Centro Cultural¨ para su conformación como edificio debía tener una respuesta integral -más allá de la resolución de su fachada objeto del concurso-, que articule las diferentes actividades y funciones que conforman el programa de necesidades, así como su inserción como espectador privilegiado al espacio urbano de mayor entidad de la ciudad.