Sin duda la personalidad más rica y compleja de la arquitectura del siglo XX ha sido Le Corbusier (Charles Edouard Jeanneret). Su relación con el color ha sido también compleja, y a veces contradictoria. Entre un Bruno Taut, defensor y propagandista a ultranza del colorismo en la arquitectura, y un Walter Gropius, que teoriza sobre el color pero que en sus obras lo utiliza en dosis extremadamente moderadas, Le Corbusier parece encontrarse a medio camino.