El Auditorio de Málaga es una construcción urbana que recoge los aspectos y formas que ya existen en la ciudad y en piezas emblemáticas de la misma, como si fuesen genes urbanos, y los van a mutar en fragmentos reunidos en un nuevo complejo. Cada pieza, con un programa y una forma específica tiene el recuerdo de una parte de la ciudad histórica. La Alcazaba se transforma en el volumen de la Sala principal. El Paseo del Parque se transforma en los vestíbulos que hacen la calle pública elevada. El Teatro Romano será el auditorio al aire libre, la Aduana en la Sala de Cámara. Así, en un juego de espejos, todo tiene su doble.
Colocarse en el solar ha sido el principal problema ya que todos los frentes del lugar tienen elementos atractivos y conexiones con lo público.
Al norte, el paseo marítimo, la calle principal que conecta directamente con la ciudad.
Al sur, además de una buena orientación, la conexión visual con el mar y el puerto.
Al Este, la fachada que ordena todo el espacio público del foro urbano y la plaza y al mismo tiempo, a larga distancia, la conexión visual con la ciudad histórica, la visión que conectará directamente con la Alcazaba.
Al oeste el frente que conecta con el mar y la playa de la Misericordia.
¿Cuál es el frente principal? Ninguno y todos. Proponemos un edificio sin jerarquías. Con alzados igual de importantes. Cada fachada tiene un carácter propio que se aprovecha de su posición y hace más rico y complejo el programa urbano.