En este trabajo me propongo analizar algunas de las formas del retorno del pasado reciente argentino a través de ciertos usos, manipulaciones y descubrimientos en torno al Ford Falcon verde. Para algunos, símbolo de los grupos de tareas de la última dictadura militar, para otros, fetiche de la mercancía revestido de afectos. Vamos a trabajar con dos fotografías que comparten un sustrato común, son huellas de un pasado que no cesa de ocurrir y que irrumpe en lo real como un espectro que adquiere nuevos contextos para hacerse oír. Más allá de los usos y las intenciones de los respectivos fotógrafos, me interesa hacer foco en la experimentación de lo siniestro que provocaron en los espectadores, experiencia que aborda Freud en un texto de 1919 “Lo unheimlich” para dar cuenta de un fenómeno ambiguo e inquietante que reúne dos sentidos, por un lado designa algo que es familiar e íntimo, por otro lado designa lo secreto, oculto, impenetrable y peligroso.