Al interior de la extensa producción académica elaborada por Elizabeth Jelin sobre la construcción social de memorias, La lucha por el pasado podría ser pensado -al menos así lo señaló la propia autora como el libro que cierra una etapa de su trayectoria intelectual. Sin embargo, cabría preguntarse si este es un libro donde dicha trayectoria es interrogada, mirando hacia atrás, con el objetivo de elaborar un balance sobre lo producido a lo largo de tres décadas ¿O en realidad es un texto que, como su objeto -las memorias sociales ligadas a procesos políticos violentos-, construye desde el presente una narrativa sobre el pasado en la cual su orientación de futuro es absolutamente innegable? Es justamente ahí, en esas temporalidades socialmente construidas (entre pasado, presente y futuro) donde se ubica el leitmotiv del libro: exponer y analizar la historicidad de esas memorias.